martes, septiembre 18, 2012

                               Mahoma no es Dios; sólo su profeta.

'Una tormenta recorre la primavera árabe', leo en el diario gratuito 20Minutos.
 A un cristiano copto estadounidense se le ha ocurrido la infeliz idea de publicar un vídeo que, si Internet - You Tube, en concreto - no le hubiera dado difusión, habría pasado por basurilla de esa que se ve colgada en la red.
  Con su enorme difusión, se ha convertido en trending topic, otra tontura más, la mayor parte de las veces.
  Y lo único que necesitan determinados grupos musulmanes que aún no han alcanzado un cierto grado de madurez democrática es que les den motivos para saquear, destrozar e, incluso, asesinar por su Profeta.
  Y resulta curioso y bastante poco comprensible el hecho de que Mahoma no sea, como lo es Jesús, Dios.
  Es simplemente un profeta de Alah.
  Y estos grupos violentos se olvidan que no puedes achacar a toda la nación americana lo que ha hecho uno de sus ciudadanos.
  Tan injusto como pensar que todos los musulmanes son iguales de violentos que estos grupos radicales.
  Tanto Mahoma como Jesús de Galilea, y sus respectivos discípulos, fueron perseguidos en su tiempo.
  A Cristo lograron llevarlo a la cruz.
  Mahoma escapó a su asesinato huyendo de La Meca a Medina - la Hégira - en el año 622.
  Se cuenta cómo en la persecución, Mahoma y sus discípulos se ocultaron en una cueva en la que una araña piadosa tejió su tela a la entrada haciendo creer a sus perseguidores que, si había una tela de araña, es que no se habían ocultado allí.
  Ignoro cómo y cuándo concluirán todas estas protestas y violencias.
  Es fácil entender que se acabará pronto.
  Y a esperar que no vuelva a suceder que otra persona irresponsable ocasione otra tragedia como esta.
  Pero también a esperar que determinados musulmanes comprendan que estamos en el siglo XXI y, en los países libres, hay una cosa que se llama libertad de opinión.

1 comentario:

Riselo dijo...

Soy de Córdoba y allí viví compaginando la visita a la Sinagoga con la visita a la Mezquita y con la visita a las iglesias cristianas. Benditos tiempos antiguos en que en la ciudad califal convivían, con más o menos armonía,cristianos, judíos y musulmanes.