sábado, septiembre 22, 2012

La copla es algo del pasado.

                                              El futbol, ¿opio del pueblo?
    
 Durante muchos años se creyó que el futbol era como la droga que la Dictadura empleaba para adormecer a los ciudadanos y que no pensaran en cosas serias.

 Yo pienso que esto es una afirmación gratuita, habida cuenta que ahora la afición al futbol es igual o mayor que en tiempos pasados.

 Igualmente, la copla se asoció al Régimen y, además, se pensaba, y algunos continúan pensándolo, que era y es la música de las personas mayores.

 Gracias a que cantantes de la personalidad y gusto musical de Diana Navarro - 'sangre nueva para música vieja', que escribe Enrique Peña en el diario La Razón - han revitalizado una música que parecía acotada a un público adulto.

  Le hace el redactor del diario mencionado una entrevista a esta artista, Premio Ondas 2005 a la mejor artista revelación, donde ella le expone cómo ve la copla en el siglo XXI.
  
 Diana, en su intento por atraer a un público más joven, fusiona géneros tradicionales como el flamenco y la copla, con ritmos árabes, orientales y clásicos.

 Sobre lo de asociar copla y dictadura, la Navarro afirma que 'los cantantes de copla fueron verdaderos luchadores. La copla no tenía nada que ver con el franquismo; fue contemporáneo de él'.

  Yo recuerdo una anécdota de mis tiempos de estudiante en Barcelona bastante esclarecedora de cómo los prejuicios pueden cegar nuestra inteligencia.

  Estábamos en clase de Psicología. El profesor quiso probar, posiblemente, hasta qué punto éramos objetivos en el tratamiento de los acontecimientos.
  
  Debo adelantar que la mayoría de los alumnos eran catalanes y bastante progres.
  
  Nos dijo el catedrático: 'os voy a poner una canción. Decidme, a continuación, lo que se os ha venido a la mente mientras la escuchabais'.
  
  Así fue. Mientras oíamos la copla, algunos comenzaron a sonreírse, algo así como queriendo decir 'vaya anticualla que nos pone'.
   
  Concluyó la audición y, cuando todos esperábamos que nos preguntara por la copla, lo que nos preguntó fue: ¿Quién canta esta canción?
  
  Silencio. 
  
  Nadie lo averiguó.
  
  '¿Quién?', le preguntamos.
  
  'Joan Manuel Serrat', nos contestó.
  
  Nos quedamos fríos. Estábamos todos tan metidos en criticar la canción que no advertimos que quien cantaba era Serrat, alguien al que todos respetábamos y a quien todos estábamos hartos de escuchar.
  
  

1 comentario:

Riselo dijo...

La palabra opio a hemos usado con demasiada alegría. Hasta hemos dicho que la religión es el opio del pueblo. Puede que sea verdad pero a muchas personas la religión le salva. Y a otras, la religión ha sido su perdición.