Hace unos meses, en el mes de mayo de 2012, y en plena crisis económica en España, se ha inaugurado un nuevo museo en una corrala restaurada del Madrid medieval.

  Las piezas que en él se exhiben actualmente provienen del ya existente Museo de Artes y Tradiciones de la Universidad Autónoma madrileña, museo que fue posible gracias a los miles de objetos varios  donados por una coleccionista altruista.

  Se piensa que cada cierto tiempo se irán renovando.

  Las actuales piezas exhibidas las han clasificado por usos y tradiciones de los pueblos de España a lo largo del año.

  Así hay objetos y vestimentas habituales de la población pero también usados con motivos de las diversas festividades: Semana Santa, Carnaval, Cosechas, Fiestas especiales...

  Me llamó la atención un cesto lleno de huevos primorosamente pintados.

  Ponía: 'Huevos pintados'. Asturias.

  Como quería saber más de esta costumbre, consulté diversas páginas webs hasta llegar a la población  asturiana de Pola de Siero.

  Allí, cada Martes de Pascua, los sierenses celebran la fiesta de los 'güevos pintos' - en dialecto asturiano.

  No es costumbre original de esta población ya que la heredaron de los pueblos centroeropeaos que se dejaron caer por Asturias en el siglo XIX para trabajar en sus minas de hulla, que acababan de descubrirse.

  Luego me enteré que en el sur de España, en la parte oriental de la provincia de Sevilla, y con anterioridad, en el siglo XVIII, conservan igual costumbre de pintar los huevos y celebrar una fiesta por Pascua de Resurrección.

  En este caso, lo que atrajo la inmigración de centroeuropeos, especialmente alemanes, fueron la concesión de tierras de labranza y la creación de pueblos de nueva planta poara todas aquellas gentes.

  Esto sucedió en el reinado del rey Carlos III quien encargó a Pablo de Olvide que diera vida a todas aquellas tierras fértiles pero sin brazos para labrarlas.

  Un día de fiesta puede comenzar por la mañana con la misa y la bendición de los huevos.

  Hay concursos infantiles sobre quién pinta mejor, desfile de gigantes y cabezudos.

  Exposición y venta de los mismos.

  Bailes, música y otras atracciones.

  En el caso de Pola de Siero, se abre un barril de sidra y hay barra libre para todos los asistentes.

  Es curioso que en el pueblo sevillano donde se celebra esta fiesta -'Fiesta colonial de los huevos pintados' la llaman -, Cañada del Rosal, es frecuente que, en lugar de los López, los Martínez o los Gómez, abunden apellidos de origen alemán: Ruger, Hans, Hebbles, Delis, Filter...