My vote for Obama.

                                           Si va a mandar en el mundo, yo también quiero votar.
   
  Parece que las últimas encuestas dan al señor Barack Obama una ligera ventaja sobre su contrincante, el republicano Mitt Romney.
  
  Si les preguntamos a los españoles quién de los dos nos convendría más para España, pienso que una mayoría se decantaría por Obama.
  
  El señor Obama se ha llevado bien con el socialista Zapatero, más afín a la ideología demócrata americana, y se lleva bien con Rajoy, perteneciendo a un partido de derechas.
   
  Parece ser que los demócratas son más sensibles a los asuntos sociales que los republicanos.
   
  Igualmente, el señor Obama parece que se entiende con Europa mejor que lo podría hacer el señor Romney.
   
  El ultraliberalismo y el mormonismo de los republicanos americanso, en general, no son tan bien aceptados por muchos europeos como la ideología demócrata.
   
  Ha sido curioso que el gobernador republicano de New Jersey, uno de los estados más devastados por el huracán Sandy, se haya decantado por romper el asedio al presidente Obama y haya alabado su gestión de la tragedia.
  
  Y, según leo en el diario El País, 'en Nueva Jersey no se vota desde 1988 a un republicano en las presidenciales'.
  
  '¿Por qué el mundo va con Obama?', se pregunta John Carlin en el citado diario.
  
  Y cuenta que una amiga estadounidense, muy involucrada en la campaña a favor de Obama, le escribió desde Washington lamentándose de que los extranjeros no pudiesen votar en las elecciones de mañana, martes, 6 de noviembre.
  
  "Ganaríamos por goleada", añadió.
  
  Y hace un análisis de las razones para ello.
   
  Obama es más reconocible en el resto del mundo.
   
  Tiene valores muy apreciados como la tolerancia, el ser más abierto a todo tipo de pensamiento, sea religioso o político...Y a Romney no se le ve de igual forma.
   
  Aunque algunas de las expectativas que se formaron muchos sobre su gobierno se han visto frustradas y no siempre por su culpa, hay quien dice que la sobriedad, sencillez, cercanía y sensatez de Obama merecen otro mandato.
   

  Sobre todo, y eso pesa mucho, si pensamos que Romney sigue siendo una incógnita y que lo normal en el modo de ser americano es que un presidente repita mandato.