Nuestro amigo el cerdo.

                                    Aunque no nos guste, nos parecemos demasiado al cerdo.

 
   Tengo ante mi un artículo de N. Ramírez en el diario ABC que titula 'Hermano cerdo'.
   
   Dice:
   
   "Los cerdos tienen muchas cosas en común con los humanos, más probablemente de lo que nos
gusta reconocer. Se adaptan con facilidad a su entorno, invaden territorios, dañan a menudo su propio habitat y son grandes viajeros".
   
   Y, además, comen de todo.
   
   Como nosotros.
   
   Eso ya lo sabíamos con solo irnos a una granja y observarlos o recabar información de sus cuidadores.
   
   Faltaba demostrarlo científicamente. Y se ha hecho.
   
   La investigación llevada a cabo sobre su genética, se ha publicado en las revistas 'Nature' y 'Gigascience'.
   
   "Las investigaciones compararon el genoma de un cerdo común con el de los humanos, ratones, perros, caballos y vacas".
   
   Se llegó al conocimiento de que algunas de las alteraciones genéticas las comparten cerdos y humanos así como diversas enfermedades.
   

   
   Supongo que de aquí en adelante, además de comérnoslo, dejaremos de verlos como animales lejanos a nosotros porque nos parecemos mucho más de lo que pensamos y de lo que, quizás, quisiéramos.