miércoles, octubre 10, 2012

Los emprendedores tienen mucho que aportar a la solución de la crisis actual.

                                             De los cobardes nunca se ha escrito nada.
   
   Desde toda la vida de dios he comprado prensa en el kiosko El Parque, de la ciudad de Rivas Vaciamadrid, localidad cercana a  la capital.
   
   Para el caso que nos ocupa, desde hace 20 años.
   
   Se halla estratégicamente colocado en una encrucijada del Barrio de Covibar.
   
   Un rotonda donde confluyen dos avenidas, cerca de un colegio, y al que acuden a comprar prensa, además de los del barrio, todo el que pasa por allí, camino de Madrid, o acude a dejar o recoger los niños a la entrada o salida del centro educativo.
   
   La persona que lleva este negocio se llama Marisa. La Marisa de toda la vida, conocida por su simpatía y eficiencia.
   
   Pero no es por su dedicación al negocio por lo que hoy hablo de prensa, de kioskos y kiosqueros.
   
   
   Es para resaltar el valor de esta mujer.
   
   Si me hubieran dicho que había cerrado el puesto de prensa, casi me lo habría creído.
   
   En poco tiempo se han cerrado ya dos en el barrio.
   
   La verdad es que hay más puestos de prensa que en la Gran Vía madrileña.
   
   Eso dice mucho del afán cultural de la gente del barrio.
   
   Pero que hoy, al hojear la revista de los socios y socias del barrio ripense de COVIBAR, lea:
   
   "Marisa ha decidido ampliar fronteras en estos tiempos de crisis, ampliando sedes, al estilo de las grandes empresas multinacionales".
   
   Me ha dejado boquiabierto.
   
   ¿Y qué ha hecho?
   
   Pues que ha abierto un nuevo puesto de prensa, al frente del cual ha colocado a su hermana.
   
   Hoy me he acercado a comprar mi sustento diario y para felicitar a la hermana.
   
   Pero al decirle que este nuevo puesto iba a hundir al de Marisa, me contesta:
   
   "Eso no puede ser. Porque la empresaria es ella y yo, su asalariada".
   
   Doble motivo de contento para Queca: tiene trabajo y lo hace para la familia.
  
   Aunque, por lo que veo, allí se venden revistas y periódicos, pero también da la impresión de ser una pequeña galería de arte artesanal por los objetos que allí se exhiben, salidos de las manos de la misma Queca, así como diversos abalorios, creación de la hija de Marisa.
   
   Pues lo dicho.
   
   Las manifestaciones contra el Gobierno de los recortes, son buenas y necesarias.
   
   Las quejas de que no hay trabajo, son también buenas y también necesarias.
   
   Pero que emplear más tiempo en estrujarse el cerebro e inventar cosas, como tantos españoles están haciendo, sería mucho mejor.
   

1 comentario:

Riselo dijo...

Un doble y triple hurra, también, para aquellos emprendedores que no se cruzan de brazos y crean empresas nuevas o se arriesgan al abrir negocios.