miércoles, octubre 31, 2012

No hay que tener miedo a los referendums.

                                        
                                         Pero hay que hacerlos de acuerdo a las leyes vigentes.
  
  Los gobernantes no son muy inclinados a que la gente opine, sospecho.
  
  Piensan que, una vez elegidos, con el solo gobierno del día a día debería bastar.
  
  Suelen estar convencidos de que ellos hacen las cosas razonablemente bien y no entienden que el pueblo pueda, en un momento determinado, expresar su opinión de forma colectiva, fuera de los períodos electorales.
  
  Pero en el momento actual que vivimos en España, en el que tenemos un Gobierno, democráticamente elegido, claro está, pero que confiesa que no puede cumplir la práctica totalidad de las promesas electorales, es más que normal que el pueblo pida un referéndum que apoye o deslegitime a este Gobierno por no cumplir con lo prometido.
  
  
  Escribe Pere Vilanova, catedrático de Ciencia Política, en el desaparecido diario Público:
  "La iniciativa escocesa de convocar un referéndum para otoño de 2014 parece insólita, a día de hoy, pero no. El 'fair play' británico da para eso y mucho más, puesto que el Primer Ministro del Reino Unido dio su acuerdo en términos sorprendentes: que se haga cuanto antes, que la pregunta sea única y relativa a la independencia, y que se pueda responder 'sí' o 'no'".
  
  ¡Qué envidia me dan estos británicos! ¡Con qué flema afrontan los temas más espinosos!
  
  En España todo es diferente.
  
  Aquí armamos la marimorena por cualquier cosa.
  
  La que tienen liada los catalanes de CIU (Convergencia i Unió, partido nacionalista catalán) con su afán de ser distintos y de separarse del resto de España y unirse a Europa como si ya no estuviéramos unidos.
  
  Y la que tiene liada el resto de los españoles considerando a los catalanes unos insolidarios que en momentos de crisis, en lugar de aunar criterios, vienen con estas.
  
  Y todo en el momento menos propicio para discutir este tipo de temas: período electoral.
   
  Yo pienso que no debe de haber ningún tema tabú ni miedo alguno a convocar referéndums o modificar la Constitución.
   El pueblo representado en las Cortes es soberano para llevar a cabo ambas tareas.

1 comentario:

Riselo dijo...

Decía, creo que San Ignacio, 'en tiempos de tribulaciones, no hagas cambios'.
¡Qué razón tenía el militar metido a fraile!
En período electoral y con recortes por todas partes en Cataluña, a sus gobernantes se les ocurre plantear el tema de la independencia.
Con ello confunden a la ciudadanía porque es como si se les diera a entender que siendo independientes del resto de España, serían más ricos y no tendrían que sufrir los recortes.