Quienes se encuentren estos días en la capital de España, si pasean por Recoletos, podrán disfrutar de la Feria de otoño del Libro Viejo y Antiguo hasta el próximo día 14 de este mes de octubre.
Muchos tienen la idea de que la palabra 'viejo' posee un sentido despectivo, sobre todo si de personas hablamos.
Y así prefieren sustituir esta palabra por 'mayor de edad', 'nuestros mayores', 'veteranos', ancianos'...
Algo parecido pasa con los ciegos.
La gente suele llamarles invidentes o disminuídos visuales.
Escuché un día en la radio a un ciego protestar por estos sustitutos.
Y decía que si era ciego, pues que cuando se dirigieran a él, lo hicieran llamándole ciego, y se ahorraran los sustitutivos.
Si nos fijamos bien, este vocablo 'ciego' posee muchos aspectos positivos.
Y los vinos viejos suelen ser mejores que los jóvenes.
Para algunos llamar a alguien viejo es porque piensan que tiene muchos años, sin ningún carácter peyorativo.
A los barrios antiguos se les suele llamar 'el barrio viejo' de la ciudad. Y suele ser, normalmente, la zona más valorada de la misma.
A Córdoba la nombraron Ciudad Patrimonio de la Humanidad precisamente por su barrio viejo.
Hay quien cariñosamente llama a sus padres: 'mis viejos', y no pienso que ellos se enfaden con sus hijos por ello, más bien piensan que les están dando un tratamiento familiar y cercano.
Incluso existen en el refranero castellano algunos dichos elogiosos para la palabra viejo.
Y asi tenemos: "A barco nuevo, capitán viejo".
Aquí sería sinónimo de experimentado.
O "el diablo sabe más por viejo que por diablo", donde viejo sería en este dicho el equivalente a sabio.
A veces se habla de 'los más viejos del lugar' - que suelen ser los que mejor conocen lo que allí ha sucedido porque acumulan experiencia valiosa para entender, muchas veces, lo que ahora está sucediendo.
O "del viejo, el consejo", por creerlo más experimentado y vivido y, por consiguiente, más apto para que acierte en el camino a elegir.
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