Podría ser un bonito slogan para atraer otro tipo de turismo a España.
Y así, además del turismo de sol y playa, y del cultural, podríamos añadirle el de bodas gays.
En busca de nuestro sol vienen turistas de países, generalmente, con climas fríos.
Buscando nuestra cultura, se dejan caer por aquí desde otras tierras que no poseen la variedad de estilos arquitectónicos, por ejemplo, que nosotros poseemos.
Y, para casarse, vendrían desde aquellos países sin libertad para hacerlo.
Una cosa más que debemos al denostado y vituperado señor Zapatero: que trabajó para que gays y lesbianas tuvieran la posibilidad de contraer matrimonio.
Ya sé que para muchos bienpensantes y creyentes de misa y comunión esto es un disparate.
Que me perdone el de arriba - con quien mantengo unas excelentes relaciones -, pero un hombre, con nuez, barba y pelo en pecho no tiene la culpa de haber nacido con alma de mujer.
Y si se siente mujer, tendrá todo el derecho -. el que le niegan muchas naciones, entre ellas Australia - a casarse con quien le plazca.
Todo esto viene a cuento porque ayer mismo, en la población granadina de Jun, contrajeron matrimonio dos australianos gays - un político y un artista - al no poderlo hacer en su país.
Leo en el diario El País:
"Fue una ceremonia desenfadada, natural y muy entrañable. Jan Hunter, de 52 años y ministro de Australia, se casó ayer en Jun (Granada) con su novio, el artista plástico Leith Semmens..."
Por supuesto, la ceremonia concluyó con el canto de ambos himnos: el español y el australiano.
1 comentario:
Sigo sin entender cómo miembros de la Jerarquía Católica y creyentes puedan ser tan romos a la hora de entender que si una persona es gay no es como las demás ya que en sus cuerpos habitan seres diferentes a lo que al exterior aparecen.
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