jueves, diciembre 27, 2012

El señor Gallardón se empeñó en ser ministro, y lo consiguió.

                                       Pero hoy, el sector judicial en bloque, pide que se vaya.
   
   Don Alberto Ruíz Gallardón dice cosas que los jueces desmienten.
   
   Una de la dos partes debe de estar diciendo la verdad.
   
   Yo, lo siento, me inclino por los jueces.
   
   El señor Gallardón forma parte de un Partido que nos lleva mintiendo desde el día mismo que se presentó a las elecciones hace un año.
   
   Y ofende a un colectivo que, sin gozar del todo de mis afectos por las experiencias que he tenido, merece, por parte del Ejecutivo, un poquito de más respeto.
   
   Con un tono, no exento de cierto grado de chulería madrileña, lanzaba al aire hace unos días unas preguntas retóricas del tipo: '¿Cómo no se van a rebelar los jueces si les hemos quitado la paga de Navidad y reducidos seis días de permiso?'
   
   Me recuerda a una colega suya, doña Esperanza Aguirre, entonces Presidenta de la Comunidad de Madrid, hoy trabajando de otra cosa, para ella no existe el paro que, con igual tono chulesco madrileño, hablaba despectivamente de los docentes diciendo que de qué se quejaban si trabajaban menos que cualquier obrero.
   
   No sé si trabajan o no los maestros menos que los demás obreros, pero para afirmar esto hay que tener mucho valor y muy poco conocimiento de lo que este colectivo trabaja.
   
   Dice Félix Madero en 'El Diario Vasco':
   
   "Lo que afirma el señor Gallardón es pura demagogia ministerial - o una faena poco aseada, podríamos decir -, centrar el problema en que se enfadan porque el ministro les ha quitado la paga extra y seis días de permiso".
   
   A esos días que les han quitado los llaman 'moscosos', por don Javier Moscoso, Ministro de la Presidencia en el primer gobierno de Felipe González, que se los concedió.
   
   Dejo que un lector del diario El País, David-Siro López Castro, nos explique en carta a la sección 'Cartas al director' el significado de estos días de libre disposición de los que han disfrutado los funcionarios desde entonces y de los que ahora les priva el presente Gobierno:
  
   "Los moscosos no son un privilegio. Muchos defienden a capa y espada la retirada de 'ciertos privilegios' como los días de libre disposición de los funcionarios. Acaso habría que contarles que en los años ochenta cuando se crearon esos días no se hizo por privilegiar la función pública, se hizo para compensar una subida de más del 12% del IPC que el Gobierno de entonces era incapaz de asumir".
   
   Pues ahí queda eso. 
   
   No fue un privilegio para clases privilegiadas. 
   
   Fue, más bien un trueque: tiempo libre por dinero.
   
   
   Ay, don Alberto, además de mentirosillo, es usted una mala persona.
   
   

1 comentario:

Riselo dijo...

Lo peor del señor Gallardón no es que mienta, es que manipula para que los ignorantes que le escuchen, digan cosas como 'vaya con los jueces. Además de cobrar un pastón, tienen más vacaciones que nadie'.
Y eso es muy triste porque se ríe de la gente, basándose en su ignorancia de la cosa pública.