viernes, octubre 11, 2013

Todo por la pasta, parece ser el lema de algunos políticos.

                                            ¿Es la política oficio de servicio al ciudadano?
  
  
  Yo soy de los que creen que los políticos no son todos iguales.
  
  Menuda tontería. Ni los médicos, ni los veterinarios y, si me apuran, ni los jueces.
  
  Hoy mismo el Consejo del Poder Judicial ha condenado a una juez, que se pasó de lista sentenciando más allá de lo justo, a 16 años de suspensión.
  
  Pero que algunos estén en la política porque no saben hacer otra cosa o por tradición familiar o para medrar en la sociedad, puede que sí.
  
  Vergüenza ajena me dio escuchar a la presidenta de Aragón decir el otro día que tenía sobresueldos porque trabajaba mucho.
  
  O lo que leo hoy mismo en el diario El País: "El PP reconoce que permite a sus cargos públicos cobrar un doble sueldo".
  

    Cosa que me parecería muy bien pero en otros tiempos.
  
  En un momento tan triste como este, de recesión, crisis e inflación, en el que desde los sueldos mileuristas hemos caído en los sueldos 'minijobs', que vengan unos señores, que ya gozan de unos sueldos más que dignos, recabando sobresueldos, ofende a la ciudadanía.
  
  Y ahora entra el Partido Popular, al que tanto criticó la princesa Letizia sin nombrarlo en un discurso pronunciado en unas jornadas sobre el doble lenguaje que usan hoy día los políticos en Logroño, y nos dice con ese lenguaje suyo propio, apto para tomarnos el pelo, que no son sobresueldos, ni compensaciones extras sino que es que sus cargos tienen derecho a percibir 'una doble compensación'.
  
  El inefable señor Montoro nos dijo hace unos días que los salarios no habían bajado en estos años de gobierno conservador.
  
  Y lo explicó con esa gracia andaluza suya que tanto divierte a los parlamentarios de su partido:
  
  "Una cosa es bajar y otra moderar el crecimiento".

   Pues claro, hombre.
  
  

1 comentario:

Riselo dijo...

En épocas tristes como las que vivimos lo menos que se le puede exigir a un político es que tenga piedad.