viernes, febrero 08, 2013

"El octavo madamiento: no dirás falso testimonio ni mentirás".

                                        "Mentir en Reino Unido sale caro a los políticos".
  
  
  Pero eso es en el United Kingdom. Spain is different.

  Escribe Barbara Celis en el diario El País, desde Londres:
  
  "En muchos países, la mentira es algo inadmisible que, inevitablemente, obliga a la dimisión de los políticos que la practican".
  
  Es lo que le ha sucedido al número dos del Partido Liberal Democrático, que ha debido abandonar su escaño porque ocultó que era él quien conducía, ya que había convencido a su mujer para que asumiera las culpas y evitar así una multa de tráfico.
  
  Un periodista que trabaja para un diario español en Washington contaba el otro día que en Estados Unidos penalizan a los abogados que mienten ante los tribunales.
  
  Aquí, en nuestra querida España, aplauden al abogado más fino, al que se le nota menos, al que no se le mueve el flequillo cuando miente.

   Eso sí, mienten porque aman a sus defendidos. Y por ellos, darían la vida.
  
   Aquí en España los políticos son como esos niños pequeños que los coges con la mano en la masa y aún son capaces de decirte: 'Yo no he sido'.
  
   Don Luís Bárcenas, ex tesorero del Partido Popular, aún no ha sido condenado.
  
   Es, por consiguiente, un presunto delincuente.

   Pero qué rostro tiene este señor.
  
   Con qué señorío miente, siempre con una sonrisa a flor de labios.
  
   Lo van a condenar a muerte y aún piensa que se salvará en el último segundo.
  
   Y doña Ana Mato, nuestra ministra de Sanidad, que no enteraba de nada de lo que pasaba en su casa.

   He puesto sólo dos ejemplos y los dos del Partido Popular por la sencilla razón de que son los que gobiernan España en la actualidad.
  
   En esto sigo a un buen periodista andaluz, autor de esa habanera que ha inmortalizado a Cádiz y que musicó el granadino Carlos Cano, y por la que principalmente le han hecho hijo adoptivo de la 'tacita de plata'.
  
   Cuando subió al poder el Partido Popular, tras el gobierno de don Felipe González, alguien le preguntó a don Antonio Burgos por qué criticaba al señor Aznar si antes siempre tenía frito con sus críticas graciosas pero llenas de mala leche al señor González.´
  
   A lo que el escritor y periodista sevillano contestó:


   'Yo siempre critico a quien ostenta el poder'.
  

1 comentario:

Riselo dijo...

Es verdad el dicho que quien mucho habla, mucho miente y hay que reconocer que muchas veces mentimos por atorrullamiento sin querer hacer daño.
Pero lo que estamos viviendo estos días con los escándalos de personas allegadas al poder, es el descubrimiento de la mentira como arma de guerra en manos de profesionales de la mentira.