Se llama José Antonio Monago, pertenece al Partido Popular aunque se manifieste, a veces, con voz propia y algo discordante con el Gobierno Central de su partido, y gobierna en la actualidad la Comunidad de Extremadura con el apoyo de Izquierda Unida.
¿De nuevo la famosa pinza de los tiempos del señor González cuando tuvo que enfrentarse a los populares del señor Aznar y los comunistas del señor Anguita unidos como una piña contra el gobierno socialista?
No, exactamente, pienso.
El apoyo que ahora presta IU al Partido Popular es algo puntual y más fruto del desprecio hacia el Partido Socialista que gobernó muchos años solo y sin prestarles atención alguna, que por amor al Partido Popular, con el que les une pocas cosas sólo, quizás, las ganas de sacar a Extremadura adelante.
Escribe el señor Monago en el diario económico Expansión y lo hace desde el amor profundo que profesa a su tierra extremeña.
Dice cosas como que 'tras la austeridad llega el crecimiento económico y, con él, la creación de empleo'.
Es una forma de decirle a Rajoy que ya está bien de recortes.
Orgullosamente afirma que 'en la historia de este país nunca una región, partiendo con el segundo déficit más alto de España, en julio de 2011, ha logrado un éxito semejante'.
Y todo ello lo atribuye al esfuerzo tremendo de todos los extremeños, tanto de izquierdas como de derechas. Sin demagogias.
Y concluye su artículo el Presidente de la Junta de Extremadura diciendo:
"En Extremadura, menos ya es más, y en España sólo es cuestión de tiempo. Tras la austeridad llega el crecimiento económico y, con él, la creación de empleo. Tiempo al tiempo".
Creo sinceramente que este es el camino.
En lugar de entretenerse con el 'y tú más' o 'qué mala herencia hemos recibido', me da la impresión de que el señor Monago ha entendido que lo que la ciudadanía desea es que los políticos se quejen menos, discutan menos entre sí, y se esfuercen más por idear salidas a la crisis y el desempleo, y en eso empleen su tiempo
2 comentarios:
Espero que después de este post no me sigan diciendo que se me nota mi poco aprecio al Partido Popular.
Yo aprecio a cada persona en lo que vale y procuro no fijarme a qué partido o religión pertenece.
En Extremadura, según donde se hallen situados sus habitantes, el español sufre variedades: se contamina del andaluz o del portugués o del astur leonés.
Al extremeño lo llamó 'castúo' el poeta de la localidad de Guareña, en Badajoiz, Luís Chamizo en los años 20.
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