Palma (de Mallorca):
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El título de mi blog sugiere el optimismo vital de su autor. La realidad que nos ofrecen los mass media es, en general, bastante pesimista. Ya que, a menudo, nos esconden la cantidad de actos positivos que los humanos desarrollan cada día y que no aparecen, con la frecuencia que deberían, en los medios escritos, la radio, la televisión o Internet.
jueves, octubre 31, 2013
miércoles, octubre 30, 2013
martes, octubre 29, 2013
lunes, octubre 28, 2013
¡Qué bonita es Badalona!
A veces los progres se pasan varios pueblos.
Se nos ha ido uno de los fenómenos sociales más interesantes en el campo musical de los 40 últimos años: el fenómeno Manolo Escobar.
No cantaba flamenco ni cantaba copla pero se parecían ambos como gotas de agua.
En realidad el tipo de canto suyo era eso, suyo, original, inimitable.
A todos caía bien este andaluz recriado en Cataluña.
Quizás porque la sonrisa no le abandonaba nunca, y una persona que sonríe, da confianza.
Una de las canciones que solía cantar era la que Joan Manuel Serrat dedicó a su pueblo de adopción, Badalona.
Supongo que Serrat la compuso en plan chunga.
Pero a Escobar le daba igual. Era una canción a su pueblo de adopción y la incorporó a su repertorio.
Y el propio Serrat acabó por cantarla con él.
A propósito de esta canción recuerdo una anécdota de clase, estudiando yo en Barcelona.
El profesor de Psicología quiso un día hacer un experimento con nosotros, con el fin de determinar hasta qué punto éramos, con frecuencia, víctimas inconscientes de nuestros prejuicios.
Debo recordar que en aquel aula había un grupo de esos que se pueden catalogar de 'progres' y que miraban por encima del hombro a los que éramos más sosegados en los cambios políticos que se estaban dando.
Nos dice un día el profesor: os voy a poner una canción. Luego me contáis qué sentimientos os han venido a la mente.
Y nos puso esta canción de 'Qué bonito es Badalona'.
Muchos nos sonreímos. Los progres se carcajearon de lo que parecía ser una españolada.
Tan metidos estaban en la crítica que cuando el profesor nos preguntó quién cantaba, nadie supo decir quién - y los progres catalanes se conocían todas las canciones de Serrat.
Cuando nos dijo que era Joan Manuel Serrat, más de uno se dijo para sí '¡Tierra, trágame !'
Escobar fue querido por todas las generaciones a las que él cantó.
Quizás porque fue siempre un profesional.
Trabajó casi hasta el final de sus días.
De estos días me ha gustado una anécdota de alguien que preguntó a un americano si conocía a Escobar y, al contestarle quién era, no se pudo contener y le replicó: '¡pero cómo no lo conoces, si es nuestro Jonny Cash!
Se nos ha ido uno de los fenómenos sociales más interesantes en el campo musical de los 40 últimos años: el fenómeno Manolo Escobar.
No cantaba flamenco ni cantaba copla pero se parecían ambos como gotas de agua.
En realidad el tipo de canto suyo era eso, suyo, original, inimitable.
A todos caía bien este andaluz recriado en Cataluña.
Quizás porque la sonrisa no le abandonaba nunca, y una persona que sonríe, da confianza.
Una de las canciones que solía cantar era la que Joan Manuel Serrat dedicó a su pueblo de adopción, Badalona.
Supongo que Serrat la compuso en plan chunga.
Pero a Escobar le daba igual. Era una canción a su pueblo de adopción y la incorporó a su repertorio.
Y el propio Serrat acabó por cantarla con él.
A propósito de esta canción recuerdo una anécdota de clase, estudiando yo en Barcelona.
El profesor de Psicología quiso un día hacer un experimento con nosotros, con el fin de determinar hasta qué punto éramos, con frecuencia, víctimas inconscientes de nuestros prejuicios.
Debo recordar que en aquel aula había un grupo de esos que se pueden catalogar de 'progres' y que miraban por encima del hombro a los que éramos más sosegados en los cambios políticos que se estaban dando.
Nos dice un día el profesor: os voy a poner una canción. Luego me contáis qué sentimientos os han venido a la mente.
Y nos puso esta canción de 'Qué bonito es Badalona'.
Muchos nos sonreímos. Los progres se carcajearon de lo que parecía ser una españolada.
Tan metidos estaban en la crítica que cuando el profesor nos preguntó quién cantaba, nadie supo decir quién - y los progres catalanes se conocían todas las canciones de Serrat.
Cuando nos dijo que era Joan Manuel Serrat, más de uno se dijo para sí '¡Tierra, trágame !'
Escobar fue querido por todas las generaciones a las que él cantó.
Quizás porque fue siempre un profesional.
Trabajó casi hasta el final de sus días.
De estos días me ha gustado una anécdota de alguien que preguntó a un americano si conocía a Escobar y, al contestarle quién era, no se pudo contener y le replicó: '¡pero cómo no lo conoces, si es nuestro Jonny Cash!
domingo, octubre 27, 2013
sábado, octubre 26, 2013
jueves, octubre 24, 2013
riselo - Buscar con Google
Riselo - Es mi nombre de guerra en diversos campos: Pinterest, Facebook, blogs de La Coctelera, El País y Blogger...
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miércoles, octubre 23, 2013
lunes, octubre 21, 2013
domingo, octubre 20, 2013
sábado, octubre 19, 2013
viernes, octubre 18, 2013
jueves, octubre 17, 2013
miércoles, octubre 16, 2013
"Danos hoy nuestro pan de cada día".
'Con pan y vino se hace el camino'.
Es lo que dice el refrán castellano.
Son comida y bebida básicas que, incluso, en tiempos pasados, en las hogares rurales se hacían en casa.
Son alimentos fáciles de encontrar y alimenticios.
Y con ellos se puede ir tirando, en un corto espacio de tiempo, a falta de otros alimentos.
Hoy se ha celebrado el Día del Pan.
Dicen que, por motivos que nada tienen que ver con alimentarse sino por una leyenda extendida, sin motivo razonable, el pan engorda.
Lo cierto es que el pan goza de muchos nutrientes básicos para la salud.
En el pan encontramos carbono, minerales, vitamina B, proteínas...
Un amigo me dijo en cierta ocasión que cuando te comes un bocadillo de pan con chorizo, no es precisamente el pan el que te engorda.
Hay otro dicho español que reza:
"Los duelos, con pan son menos".
De nuevo el pan como símbolo de una cierta economía desahogada en momentos de apuros.
Tan importante es que en una de las aportaciones de más tradición entre los católicos, El Padre Nuestro, se le pide a Dios 'danos hoy el pan de cada día'.
Que equivale a que nos conceda todo aquello que nos es preciso para subsistir.
Es lo que dice el refrán castellano.
Son comida y bebida básicas que, incluso, en tiempos pasados, en las hogares rurales se hacían en casa.
Son alimentos fáciles de encontrar y alimenticios.
Y con ellos se puede ir tirando, en un corto espacio de tiempo, a falta de otros alimentos.
Hoy se ha celebrado el Día del Pan.
Dicen que, por motivos que nada tienen que ver con alimentarse sino por una leyenda extendida, sin motivo razonable, el pan engorda.
Lo cierto es que el pan goza de muchos nutrientes básicos para la salud.
En el pan encontramos carbono, minerales, vitamina B, proteínas...
Un amigo me dijo en cierta ocasión que cuando te comes un bocadillo de pan con chorizo, no es precisamente el pan el que te engorda.
Hay otro dicho español que reza:
"Los duelos, con pan son menos".
De nuevo el pan como símbolo de una cierta economía desahogada en momentos de apuros.
Tan importante es que en una de las aportaciones de más tradición entre los católicos, El Padre Nuestro, se le pide a Dios 'danos hoy el pan de cada día'.
Que equivale a que nos conceda todo aquello que nos es preciso para subsistir.
lunes, octubre 14, 2013
domingo, octubre 13, 2013
viernes, octubre 11, 2013
Todo por la pasta, parece ser el lema de algunos políticos.
¿Es la política oficio de servicio al ciudadano?
Yo soy de los que creen que los políticos no son todos iguales.
Menuda tontería. Ni los médicos, ni los veterinarios y, si me apuran, ni los jueces.
Hoy mismo el Consejo del Poder Judicial ha condenado a una juez, que se pasó de lista sentenciando más allá de lo justo, a 16 años de suspensión.
Pero que algunos estén en la política porque no saben hacer otra cosa o por tradición familiar o para medrar en la sociedad, puede que sí.
Vergüenza ajena me dio escuchar a la presidenta de Aragón decir el otro día que tenía sobresueldos porque trabajaba mucho.
O lo que leo hoy mismo en el diario El País: "El PP reconoce que permite a sus cargos públicos cobrar un doble sueldo".
Cosa que me parecería muy bien pero en otros tiempos.
En un momento tan triste como este, de recesión, crisis e inflación, en el que desde los sueldos mileuristas hemos caído en los sueldos 'minijobs', que vengan unos señores, que ya gozan de unos sueldos más que dignos, recabando sobresueldos, ofende a la ciudadanía.
Y ahora entra el Partido Popular, al que tanto criticó la princesa Letizia sin nombrarlo en un discurso pronunciado en unas jornadas sobre el doble lenguaje que usan hoy día los políticos en Logroño, y nos dice con ese lenguaje suyo propio, apto para tomarnos el pelo, que no son sobresueldos, ni compensaciones extras sino que es que sus cargos tienen derecho a percibir 'una doble compensación'.
El inefable señor Montoro nos dijo hace unos días que los salarios no habían bajado en estos años de gobierno conservador.
Y lo explicó con esa gracia andaluza suya que tanto divierte a los parlamentarios de su partido:
"Una cosa es bajar y otra moderar el crecimiento".
Pues claro, hombre.
Yo soy de los que creen que los políticos no son todos iguales.
Menuda tontería. Ni los médicos, ni los veterinarios y, si me apuran, ni los jueces.
Hoy mismo el Consejo del Poder Judicial ha condenado a una juez, que se pasó de lista sentenciando más allá de lo justo, a 16 años de suspensión.
Pero que algunos estén en la política porque no saben hacer otra cosa o por tradición familiar o para medrar en la sociedad, puede que sí.
Vergüenza ajena me dio escuchar a la presidenta de Aragón decir el otro día que tenía sobresueldos porque trabajaba mucho.
O lo que leo hoy mismo en el diario El País: "El PP reconoce que permite a sus cargos públicos cobrar un doble sueldo".
Cosa que me parecería muy bien pero en otros tiempos.
En un momento tan triste como este, de recesión, crisis e inflación, en el que desde los sueldos mileuristas hemos caído en los sueldos 'minijobs', que vengan unos señores, que ya gozan de unos sueldos más que dignos, recabando sobresueldos, ofende a la ciudadanía.
Y ahora entra el Partido Popular, al que tanto criticó la princesa Letizia sin nombrarlo en un discurso pronunciado en unas jornadas sobre el doble lenguaje que usan hoy día los políticos en Logroño, y nos dice con ese lenguaje suyo propio, apto para tomarnos el pelo, que no son sobresueldos, ni compensaciones extras sino que es que sus cargos tienen derecho a percibir 'una doble compensación'.
El inefable señor Montoro nos dijo hace unos días que los salarios no habían bajado en estos años de gobierno conservador.
Y lo explicó con esa gracia andaluza suya que tanto divierte a los parlamentarios de su partido:
"Una cosa es bajar y otra moderar el crecimiento".
jueves, octubre 10, 2013
miércoles, octubre 09, 2013
martes, octubre 08, 2013
Lo sospechaba: tanto amor por la música no es ni medio normal.
'Verdades sobre los festivales de música' (pop/rock)
Así titula un artículo en el diario El País el periodista Diego A. Manrique, a propósito del pasado festival musical llevado a cabo en la ciudad inglesa de Glastonbury, donde en las ruinas de un antiguo monasterio se puede observar un rosal que dicen trajo nada menos que desde Jerusalén San José de Arimatea.
Lo comienza de esta forma:
"Ya ha pasado el más legendario de los festivales musicales. Cumplió las expectativas: amontonamientos, retretes indecentes, conciertos memorables más algo de frío, lluvia y barro".
No he asistido nunca a ningún festival de ningún tipo.
Me gusta escuchar música en la soledad de mi cuarto. No con gritos de los que presentes.
Me figuro la cosa y todo el sufrimiento que conlleva.
Vete a un macrofestival con la mochila llena de los artículos más variados.
Acampa durante unos días en lugares incómodos, come cualqueir cosa, duerme en tu saco, sufre la intemperie del momento - el calor pero también, no sé cómo, la lluvia pues casi siempre llueve en estos eventos - y aguanta al prójimo, cuyo comportamiento no siempre es el adecuado.
Este artículo de Manrique me ha hecho ver la luz.
Reseña tras la introducción que en una encuesta realizada entre dos mil habituales a los festivales británicos resultaba curioso que sólo un 45 por ciento alegaba que la música era su motivación principal.
Lo que os decía: para escuchar música, nada como el cuarto de uno.
¿A qué va entonces ese otro 55 por ciento?
"El resto" - añade - "se repartía entre los que destacaban que se trataba de estar con los amigos, disfrutar del ambiente o hacer cosas que no se pueden hacer en la vida ordinaria".
¿Como qué?
Pues practicar sexo con desconocidos, emborracharse, tomar drogas o participar en peleas.
El diario The Times es muy claro en su apreciación de lo que son estos festivales:
"En los festivales de música, importa más el sexo y las drogas que el rock and roll".
Y en ello coinciden otros diarios británicos.
Lo que se lee en una publicación musical, New Musical Express es aún más deprimente.
Según el sentir de estos jóvenes, en su mayoría entre los 35 y los 38 años - los veinteañeros no poseen medios económicos para sufragarse los gastos que suponen estos festivales - creen que tanto el festival de Glastonbury como el de Reading son más importantes que la caída del muro de Berlín.
Pues con esto está todo dicho.
Así titula un artículo en el diario El País el periodista Diego A. Manrique, a propósito del pasado festival musical llevado a cabo en la ciudad inglesa de Glastonbury, donde en las ruinas de un antiguo monasterio se puede observar un rosal que dicen trajo nada menos que desde Jerusalén San José de Arimatea.
Lo comienza de esta forma:
"Ya ha pasado el más legendario de los festivales musicales. Cumplió las expectativas: amontonamientos, retretes indecentes, conciertos memorables más algo de frío, lluvia y barro".
No he asistido nunca a ningún festival de ningún tipo.
Me gusta escuchar música en la soledad de mi cuarto. No con gritos de los que presentes.
Me figuro la cosa y todo el sufrimiento que conlleva.
Vete a un macrofestival con la mochila llena de los artículos más variados.
Acampa durante unos días en lugares incómodos, come cualqueir cosa, duerme en tu saco, sufre la intemperie del momento - el calor pero también, no sé cómo, la lluvia pues casi siempre llueve en estos eventos - y aguanta al prójimo, cuyo comportamiento no siempre es el adecuado.
Este artículo de Manrique me ha hecho ver la luz.
Reseña tras la introducción que en una encuesta realizada entre dos mil habituales a los festivales británicos resultaba curioso que sólo un 45 por ciento alegaba que la música era su motivación principal.
Lo que os decía: para escuchar música, nada como el cuarto de uno.
¿A qué va entonces ese otro 55 por ciento?
"El resto" - añade - "se repartía entre los que destacaban que se trataba de estar con los amigos, disfrutar del ambiente o hacer cosas que no se pueden hacer en la vida ordinaria".
¿Como qué?
Pues practicar sexo con desconocidos, emborracharse, tomar drogas o participar en peleas.
El diario The Times es muy claro en su apreciación de lo que son estos festivales:
"En los festivales de música, importa más el sexo y las drogas que el rock and roll".
Y en ello coinciden otros diarios británicos.
Lo que se lee en una publicación musical, New Musical Express es aún más deprimente.
Según el sentir de estos jóvenes, en su mayoría entre los 35 y los 38 años - los veinteañeros no poseen medios económicos para sufragarse los gastos que suponen estos festivales - creen que tanto el festival de Glastonbury como el de Reading son más importantes que la caída del muro de Berlín.
Pues con esto está todo dicho.
lunes, octubre 07, 2013
domingo, octubre 06, 2013
sábado, octubre 05, 2013
viernes, octubre 04, 2013
jueves, octubre 03, 2013
miércoles, octubre 02, 2013
martes, octubre 01, 2013
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