viernes, julio 19, 2013

Una vez más 'la condena del telediario' hace estragos.

                         El Supremo archiva la causa contra el exministro BlANCO.

   'He sido víctima de un infundio político que ha fracasado', afirmaba ayer un todavía dolido exministro de Fomento en el Gobierno Zapatero.
 
   Fue acusado injustamente hace dos años de 'tráfico de influencias'.
 
   Durante este tiempo, a pesar de que él proclamaba una y otra vez su inocencia, fue maltratado, vilipendiado, insultado y calumniado por 'la prensa del Movimiento', sobre todo.
 
   Y especialmente injusta fue la postura absurda del Partido Popular pidiendo su dimisión.
  
   Se le acusaba de haber favorecido a un amigo.
 
   Pero la Justicia ha declarado que 'la licencia otorgada al amibo del político tuvo una motivación técnica'.
 
   Se habló de no sé cuantos miles de euros que le dieron por esta intervención.
  
   Y un día sí, y otro también, nos mostraba la televisión la supuesta gasolinera donde tuvo lugar el encuentro para el contubernio.
  
   Yo, que tampoco soy un lince, cuando vi lo de la gasolinera, ya dejé de creer en su culpabilidad.
  
  ¿Es que no tenía el señor Blanco otro lugar donde reunirse con quien quisiera.
  
  Que yo sepa poseía un despacho de ministro y otro en la sede de su partido en la calle Ferraz.
 
  Ha declarado don José Blanco:
 
  "He sido víctima de un infundio político que ha fracasado. Nada reparará el daño causado".
  
  Cabe recordar que hace poco falleció su padre sin tener la alegría de ver a su hijo absuelto.
 
  Hay un tipo de periodistas carroñeros que más que transmitirnos noticias nos espolvorean sus basuras y sus odios.
 
  A esta especi repgnante pertenece la conductora del telediario de las doce de la noche de la indigna cadena Telemadrid.
  
  No me extraña que de ser un modelo de televisión hace unos años, ande ahora arrastrándose por los suelos y a punto de echar candado.
 
  Esta señora aún anoche tuvo la poca delicadeza de cachondearse del señor Blanco.
 
  Y, sin embargo, era el momento de pedir perdón por lo los insultos vertidos sobre una persona a la que el Supremo ha declarado libre de toda culpa.
 
  Las preguntas que hoy me hago es:
 
  ¿Hasta cuándo dejaremos de juzgar sin motivo y usurpar el papel de los jueces?
 
  ¿A quién hago caso, al sabihondo de don Federico o al Supremo, que es un nido de socialistas?

1 comentario:

Riselo dijo...

Una vez más, una mesa de debate es una mesa de personas, de idéntica ideología, que no van a examinar los problemas del día, sino a lanzar sus opiniones dándoles el valor de verdades incontestables.
Curioso que en este tipo de tertulias nunca hay nnguna persona que discrepe.
Acusan y acusan y sin pruebas.