De estudiante, en la Facultad, nos comprometimos varios compañeros a leer el Quijote - una quijotada, ciertamente.
Y determinamos que, a medida que fuéramos concluyendo su lectura, todos escribiríamos un comentario en el libro del compañero.
Fue la ocasión que ni pintada de estrenar mi Quijote, que había conseguido años atrás, y del que aún no había abrierto sus páginas, estudiando 6º de Bachillerato, en un concurso escolar de 'Melodía Misteriosa' consistente en acertar una pieza musical clásica y su autor.
Paso a reseñar lo que algunos de ellos - sus nombres son los auténticos pero omito sus paellidos - me escribieron a mi.
Andrés me puso: "Con el Quijote y la ayuda de Dios, caminarás por la vida 'con pie llano e intención sana'".
Antonio: "Hacedlo alma de la carne y norte de la vida vuesa que, 'si esto alcanzáredes, no habríades alcanzado poco. Dios vos dé salud y a mi no me olvide'".
Juan: "Amigo, bien conoces el valor de nuestro 'hispano libro'. Sed quijotes, soñad con un ideal...Los escollos de la vida idealizados son, aunque gigantes, rosas que alfombrarán nuestro camino...Sí, lee sus páginas con cariño; serán para ti una azanca do podrás refocilarte".
Servando: "Espero que esta joya del buen decir castellano y este granítico monumento a la aventura caballeresca te enseñe a quijotear como Dios manda y desinteriorizarte un poco, siguiendo más bien la sencillez de Sancho y dejando a un lado los ensimismamientos de don Quijote".
A lo que le contestó mi amigo Angel: "No Sancho, sino Quijote, no follón barbudo sino emprendedor caballero. No bellaco villano e ignorante, infacundo, deslenguado, atrevido, murmurador y maldiciente sino, más bien, hidalgo, idealista, desfacedor de malaventuras...En fin, no Sancho el Panza sino Alonso el Bueno".
Y yo mismo escribí en los libros de ellos:
"Caro colega: esta obra que, 'por su nobleza no se abate al servicio y granjería del vulgo', te servirá de solaz y aprovechamiento. También reirás y llorarás al compás de sus personajes. Más de una vez sentirás tu alma a una con sus personajes. Te sentirás llevado por los altos ideales de don Quijote, que sopesarás con el carácter práctico de don Sancho. 'Si esto facieres, vivirás luengos años. Dios te dé su gloria y a mi no la niegue'.
Luego hicimos el gesto caballeresco de escribir al alcalde de la población manchega del Toboso una misiva en la que, creo recordar, le decíamos quiénes éramos y que esperábamos unas palabras suyas.
Ignoro si le llegó la misiva a tan ilustre regidor.
Lo cierto es que, a día de hoy, dicha respuesta aún la esperamos.
1 comentario:
El idealismo es más propio de la gente joven.
De lo contrario, este post habría sido imposible de escribir.
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