Así titula Lucía Rey en su sesión de Medio Ambiente de la revista Tiempo su artículo en el que cuenta cómo 'municipios de España han elaborado y puesto en marcha novedosos planes para mejorar su entorno'.
Son poblaciones que no pierden el tiempo en quejarse de lo mal que están las cosas y en pedirle ayudas a la administración.
Se ponen a pensar y emprenden.
La periodista nos describe qué han hecho dos pequeñas poblaciones tan distantes entre sí como Abegondo en Galicia y Redueña en Madrid.
Abegondo, en concreto, una población que no alcanza los 6 mil habitantes, ha desarrollado el programa Life + Aquaplann Project con el que pretende mejorar la gestión de sus recursos hídricos.
Hasta ahora cada habitante se las apañaba para dotarse de agua, incidiendo negativamente en el medio ambiente y en la calidad hídrica.
Eso explica el por qué de este proyecto que ha merecido que sea premiado en la última edición del Congreso Nacional del Medio Ambiente del pasado mes de noviembre de 2012.
¿Cómo se mejora la gestión hídrica?
"El objetivio es conseguir que las actividades humanas no produzcan afecciones al medio, conseguir la sostenibilidad de estas, tomando como indicador la calidad de las aguas".
Por lo que respecta a la otra población madrileña Redueña, situada en la Sierra Norte de Madrid y que no llega a los 300 habitantes, ha logrado contagiar con su plan a otra media docena de pequeñas comunidades para forma parte del que han llamado la red Terrae.
"Un plan para recuperar el uso agroecológico de tierras y solares infrautilizados, rústicos o urbanos, fomentando la conservación de variedades vegetales y razas ganaderas autóctonas".
Para conseguir estos fines han creado un banco de tierra on-line en el que se ofertan parcelas tanto para particulares como para instituciones que se interesan por desarrollar iniciativas agroecológicas.
A día de hoy se han alcanzado ya los 400 usuarios.
No me queda sino lanzar un ¡hurra a las gentes que no se quedan de brazos cruzados ante las dificultades y emprenden!
1 comentario:
Normalmente, ante las dificultades, nos quedamos paralizados. Pero, a continuación, y sin perder tiempo quejándonos, deberíamos empeñarnos en buscar soluciones.
Es lo que han hecho estas dos poblaciones españolas.
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