martes, enero 15, 2013

No es oro todo lo que reluce ni basura todo lo que parece.

                                               "Cicciolina vuelve a la política".
  

   Así titula en el diario El País su crónica desde Venecia la periodista Milena Fernández.
  
  Escribe:
  
  "Ilona Staller, más conocida como Cicciolina, vuelve a la política italiana. La ex-actriz porno se pasea estos días por locales romanos con un traje negro transparente que deja ver sus senos, y cómo no, con esa aura sexual que envuelve todos sus movimientos".
  
  Una vez más, señora Fernández, queda demostrado que no hay peor enemigo para una mujer que otra mujer.
  
  ¿A qué viene, doña Milena, destacar el 'traje negro transparente', 'sus senos' y 'esa aura sexual'?
  
  ¿Esa era la noticia?
  
  ¿O la verdadera noticia es que Italia está tan escasa de políticos que deben acudir a la señora Staller, húngara de nacimiento e italiana porque así lo quiso, como en otro tiempo los franceses eligieron a un político que se ganaba la vida como clown?
  
  Me recuerda los tiempos en que en España teníamos una mujer ministra del Ejército, y lo más importante de lo sucedido cada año en la Pascua Militar y lo que más destacaban los medios informativos era la indumentaria que llevaba.
  
  Con semejantes periodistas es difícil que no tengamos un pueblo lerdo.
  
  Sería un milagro.
  
  Ilona fue diputada del Partido Radical Italiano entre 1986 y 1992 y ha tenido otras intervenciones en diferentes propuestas políticas.
  
  Yo me quedo con la extrañeza de muchos de sus compañeros diputados - 'muchos me respetaban pero para otros yo era una piedra en el zapato', confesó entonces - que al ver que proponía cosas sensatas en el Parlamento, comenzaron a pensar que la actriz, además de una cara bonita tenía algo dentro de la cabeza.
  
  Pues mucha suerte le deseo a esta mujer en su nuevo partido, el DNA (Democracia, Naturaleza y Amor).
  
  Porque si los partidos de siempre no se hubieran hundido, no tendríamos que acudir a mujeres que, en principio, Dios no las llamaba por esta senda.
  
  Mucho peor lo tenemos con la vuelta de Berlusconi
  
  
  Y ahí está de nuevo.
  

1 comentario:

Riselo dijo...

Es una pena que el personal no sepa distinguir un pimiento de una calabaza. Y la húngara Ilona, nacida en Budapest, es, o mejor diría fue, algo más que una actriz porno, una cantante o una modelo.
Ante todo es un ser humano que adora haber sido madre y se ha ganado la vida como 'dios le ha dado a entender' según el momento.