miércoles, enero 16, 2013

'Fiestas de aplausos y pitos'.

                                                 
                                                        Pues tengamos las fiestas en paz.

  Porque ya vivimos en un anterior post que publiqué sobre la fiesta que se organiza cada 2 de enero y que se conoce como 'la Toma de Granada', cómo siendo simplemente una conmemoración de un hecho histórico, la conquista de la ciudad de Granada por los Reyes Católicos, hay granadinos que se lo toman por la tremenda y quieren acabar con esta conmemoración tachándola de xenófoba y racista.
  
  'Fiestas de aplausos y pitos' califica el diario 20Minutos algunas de estas fiestas polémicas - además de la mencionada Toma de Granada, la fiesta del Alarde en Irún, la de las Aguedas en Zamarramala o la Tomatina en Buñol, Valencia.
  
  Son, como los define el citado diario, 'Eventos tradicionales políticamente incorrectos.
  
  El último miércoles de agosto se celebra, desde hace unos veinte años, una 'fiesta' singular en la población de Buñol.
  
  La llaman la Tomatina y consiste, simple y llanamente, en ponerse perdidos del jugo de los tomates que se lanzan los vecinos y cualquiera que se quiera meter en la pelea.
  
  Para mí no deja de ser más que una simpleza. Una 'gamberrada organizada'.
  
  No se estrujaron excesivamente el cerebro quienes la idearon.
  
  Pero ahí está. Atrae a muchos turistas ese día y Buñol es conocida en el mundo entero por eso.
  
  Para los más serios del lugar: no estamos en tiempos de crisis para desperdiciar comida.
  
  Otros, los defensores de la fiesta, argumentan que son tomates pasados o que, incluso, se cosechan para este fin.
  
  Yo propondría que se acabara con esto y se sustituyera por un concurso de a ver quién es capaz de elaborar la mejor ensalada, cuyo principal ingrediente fuera el tomate.
  
  Y todos los presentes degustarían las ensaladas presentadas a concurso.
  
   La fiesta del Alarde tiene lugar el día de San Marcial, en la población guipuzcoana de Irún, y conmemora la batalla que ganaron los de allí a un ejército formado de alemanes y franceses en el siglo XVI.
  
  Tradicionalemnte ha sido una fiesta muy machista: sólo intervenían hombres y cada año se formaba un pitote por causa de la discrimianción.

   En la actualidad tengo entendido que se ha llegado a un acuerdo y se hacen mixtos: participan hombres y mujeres.
   Y tantos unos como otras, portan armas, tocan el xilibito o montan a caballo.
  
  Antiguamente, las mujeres salían solo de cantineras.
  
  Desde el siglo XIII se celebra en la pequeña población de Zamarramala, cercana a Segovia, la fiesta de las Aguedas, en que se celebra el valor de las mujeres de la villa en la defensa del alcázar.
  
  
  Ese día son ellas las que mandan en sus casas.
  
  Y el pueblo elige a dos alcaldesas que durante esos días de fiesta gobiernan el pueblo.
  
  Y ahí viene la bronca. Porque hay muchos, y con razón, que dicen que ya está bien de esta discriminación de la mujer a la que sólo permiten que mande unos pocos días al año tanto en la función pública como en su propia casa.
  
  Pienso que no hay que exagerar.

  Bien pensado, las mujeres son las que realmente mandan.
  
  Los hombres se lo creen.
  PD.- Dado que agitar el pendón en la fiesta de la Toma de Granada es símbolo de que los cristianos ganaron a los moros, para evitar susceptibilidades podría, en sucesivas ediciones, correr con este honor cualquier residente musulmán de la ciudad: un marroquí o libio o tunecino.

1 comentario:

Riselo dijo...

Para montar bronca cualquier excusa vale.
Y los españoles nos pintamos solos para buscar los tres pies al gato.
Con la de cosas importantes en las que ocuparse.