De Zapatero han contado barbaridades a este respecto.
Yo lo que sé es que siempre, durante los ocho años de su mandato, trató a la Iglesia española con exquisitas maneras.
Y que no hubo, sin embargo, mucha reciprocidad por parte de esta en ocasiones.
Basta recordar las marchas antiaborto, con la asistencia de gente de la jerarquía y aquiescencia del Partido Popular y asistencia de muchos menores, bebés incluso - por cierto que se enfada mucho este partido cuando ve niños en las marchas que organizan los Sindicatos contra su gobierno -, donde le llamaban 'asesino de niños'.
Y no hace mucho le vimos debatiendo con un cardenal español, sobre lo divino y lo humano, en el aula magna de una universidad católica.
E, igualmente una vez más, hubo de aguantar abucheos por parte de algunos presentes.
El diario El País, por su parte, ha debido soportar durante muchos años el sambenito de ser 'el vocero del Partido Socialista'.
O te enfadas o tienes que concluir como la cupletista: 'como quieras llamarme, me tengo que conformar'.
Hoy leo en la sección 'In memoriam' de este diario un artículo que titula 'Faustino Sáinz Muñoz, cura ejemplar y diplomático brillante'.
Y comienza Ignacio Pérez su mortuoria:
"Al despedir para siempre a monseñor Faustino Sáinz Muñoz (1937-2012), unos le recordarán por su brillante carrera como diplomático vaticano, otros por sus profundos conocimientos en teología y derecho, pero de manera especial por su humanidad y su constante entrega hacia los que le rodeaban, amigos o no tanto, con independencia de nacionalidad, credo político o religioso".
Supongo que, a estas alturas, nadie dudará que lo mismo que hay médicos, policías, veterinarios o bomberos buenos, malos y regulares, también se podrá aplicar esta calificación a los miembros de la Jerarquía de la Iglesia Católica.
Pero del clérigo que nos ocupa sólo cabe decir, y con eso concluyo, lo que se lee al final del artículo de prensa que comento:
"Fue monseñor un buen amigo, buen hijo, buen hermano, buen colega, con la condición del cura que nunca dejó de ser y la del diplomático destacado".
1 comentario:
Hasta el 'rojazo' de Víctor Manuel dedicó una canción al cura de su pueblo porque se lo merecía, por bueno.
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