Uno de estos especímenes humanos es un sujeto que vive en el bello e histórico distrito madrileño de El Pardo.
A finales del siglo XIX moría en París el inventor francés Louis Braille.
Ciego desde los 3 años, tras un período de su vida dedicado a estudios de Música, llegó a desempeñar el cargo de organista en varias parroquias de la capital de Francia.
Siendo ya director de la Institución de ciegos, donde él mismo había estado de niño, creó el conocido sistema de escritura para invidentes a base de puntos en relieve y que lleva su nombre.
Leo en el periódico Qué!:
"Un habitante de El Pardo se dedicaba a robar las tiras de los cupones a vendedores ciegos de varios quioscos de la capital".
Al parecer, y gracias a la colaboración ciudadana, se ha podido detener a este personaje que, ironías de la vida, vive en la calle que El Pardo dedicó hace algunos años a Braille.
¡Robarle a un ciego!
¡Y uno que pensaba que ya había visto todo cuanto hay que ver en esta vida!
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